miércoles, 30 de diciembre de 2009

coqueteos celestiales

Cerca de la casa de Delia del Carril, en La Reina, nos encontramos una pulsera media rota compuesta por diez imanes, cada uno de ellos con la imagen de un santo o semisanto. La pulsera era muy incómoda de llevar así que la desarmé y pegué los monitos en el refri. Lo maravilloso es que como son imanes, algunos se atraen entre ellos y otros se repelen, de tal forma que es imposible juntar a los diez héroes del cristianismo en una sola hilera, porque siempre sobra alguno. Al parecer, en la pulsera original estaban ordenados en parejas, pero no puedo reconstituirlas. Los monitos son: 1. San Expedito - 2. San Francisco de Asís - 3. El padre Hurtado - 4. Laura Vicuña - 5. Benedicto XVI - 6. Santa Teresa de los Andes - 7. La Virgen María - 8. La virgen del Carmen - 9. El padre Pío - 10. San Ignacio de Loyola.
San Francisco con San Expedito se llevan muy bien, pero cuando se acerca al Papa él sale arrancando. El padre Hurtado es amigo de ellos dos, pero no de San Expedito. La virgen María se junta con la Del Carmen y con Santa Teresa, pero tampoco quiere al Papa ni a San Francisco. El padre Hurtado no puede unirse con Santa Teresa. Y así, después de jugar un rato, se descubre que hay 6 figuras con una polaridad y 4 con otra. Lo hermoso es que se persigan muy lento, muy lento con mucho cuidado, y que de repente se peguen a otra pieza de manera abrupta, como para protegerse de una herejía. Los imanes con la misma carga, si se acercan mucho, se pegan por atrás, uno tapando la cara del otro; cuando tienen carga distinta, se pegan espalda con espalda, sin taparse.
Pensándolo bien, no podían estar en parejas en la pulsera. También siempre hay uno que sobra, como en las sillas musicales; uno que debe ser eliminado en bien de la unidad de la Iglesia. Podríamos dejar a sólo los santos bien constituidos: la Virgen, Ignacio, Francisco, el padre Hurtado, Teresita y el padre Pío. San Expedito no es muy aceptado por la institución, la virgen del Carmen es una aparición, Laura Vicuña es beata solamente y el Papa es solamente Papa. De ellos, el único que tiene carga distinta es Benedicto, por lo cual siempre logrará pegarse a alguno; la disputa está entre los otros tres.

Todo esto puede tener un interés teológico, pero lo mejor es hacer que se persigan por la superficie del refri, como coqueteos celestiales con un Dios vacío de fondo. El magnetismo es la venganza que el diablo dejó en la tierra antes de desaparecer.

martes, 29 de diciembre de 2009

San Juan de la Cruz, Subida al monte carmelo (fragmento)

1

Para venir a gustarlo todo
no quieras tener gusto en nada.

Para venir a saberlo todo
no quieras saber algo en nada.

Para venir a poseerlo todo
no quieras poseer algo en nada.

Para venir a serlo todo
no quieras ser algo en nada.

2

Para venir a lo que gustas
has de ir por donde no gustas.

Para venir a lo que no sabes
has de ir por donde no sabes.

Para venir a poseer lo que no posees
has de ir por donde no posees.

Para venir a lo que no eres
has de ir por donde no eres.

3

Cuando reparas en algo
dejas de arrojarte al todo.

Para venir del todo al todo
has de dejarte del todo en todo,

y cuando lo vengas del todo a tener
has de tenerlo sin nada querer.

4

En esta desnudez halla el
espíritu su descanso, porque no
comunicando nada, nada le fatiga hacia
arriba, y nada le oprime
hacia abajo, porque está en
el centro de su humildad.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Milonga del Forastero (Jorge Luis Borges)

La historia corre pareja,
La historia siempre es igual;
La cuentan en Buenos Aires
Y en la campaña oriental.

Siempre son dos los que tallan,
Un propio y un forastero;
Siempre es de tarde. En la tarde
Está luciendo el lucero.

Nunca se han visto la cara,
No se volverán a ver;
No se disputan haberes
Ni el favor de una mujer.

Al forastero le han dicho
Que en el pago hay un valiente.
Para probarlo ha venido
Y lo busca entre la gente.

Lo convida de buen modo,
No alza la voz ni amenaza;
Se entienden y van saliendo
Para no ofender la casa.

Ya se cruzan los puñales,
Ya se enredó la madeja,
Ya quedó tendido un hombre
Que muere y que no se queja.

Sólo esa tarde se vieron.
No se volverán a ver;
No los movió la codicia
Ni el amor de una mujer.

No vale ser el más diestro,
No vale ser el más fuerte;
Siempre el que muere es aquél
Que vino a buscar la muerte.

Para esa prueba vivieron
Toda su vida esos hombres;
Ya se han borrado las caras,
Ya se borrarán los nombres.

(J. L. Borges, en Historia de la Noche)

sábado, 26 de diciembre de 2009

Esponjas frutales y cibernéticas

sueño de vampiros (17-12-09)

1.
Los vampiros se toman el poder. En el balcon de un palacio, matan a todos los que no son vampiros, excepto a una mujer a la que dejan embarazada y abandonan.

2.
Bajo a un subterráneo del palacio. al medio hay un hoyo gigante, cuyo fin no se ve, y hay que caminar por los bordes como en un caracol. En las paredes hay cuadros, muchos cuadros polvorientos, algunos de Grünewald. bajo hasta el piso menos 14, porque se empieza a poner muy oscuro y a sonar algo que da miedo, un sonido profundo como de alcantarilla en la noche.

3.
Santiago y Buenos Aires están al lado, separados sólo por un río. En Buenos Aires está Álvaro Escobar, en una universidad. Me dice que tiene que asumir un cargo en el gobierno. Al parecer, no es vampiro. Me dice que lo lleve a conocer el palacio. Le muestro los subterráneos, pero hasta el menos 5 no más. él quiere seguir bajando, yo me devuelvo.

4.
La mujer embarazada por los vampiros pare tres huevos gigantes, de casi un metro de largo. Están en un nido, en la ladera de una colina. Llega el esposo (no vampiro) de la mujer con su hermano. Dos huevos se quiebran y no sale nada; del otro huevo surge lentamente un engendro, mezcla de hombre y pollo, con el cerebro al aire. Tiene alas de ángel. se acerca al hermano del esposo, le baja los pantalones y le chupa el pene. Luego sale volando como ángel. Está amaneciendo. El otro hombre le pega a su hermano, enfurecido, diciéndole "¡abusaste de mi hijo!". Lo mata a golpes en el suelo.

5.
Le estoy contando a alguien, en una mesa de camping, que soñé con vampiros y que en el sueño salía don Clemente. él no era un vampiro; era un extraterrestre, totalmente enemigo de los vampiros. Cuando los vampiros iban a comprar a su kiosko, se escuchaba un sonido muy leve proveniente de la antena que tenía en el techo y que lo comunicaba con la nave. Yo contaba esto y de pronto siento una mano en mi hombro: era don Clemente, que me preguntaba por qué decía esas cosas de él, que si acaso no lo quería. Yo le dije que sí lo quería, que era un sueño no más. Él me dice que sabía que yo le tenía mala, porque había sido mi profesor de castellano en básica y en mis pruebas yo me burlaba de él. Me mostraba una prueba y tenía una redacción muy extraña y dibujos medio alquímicos. Yo le trataba de explicar la prueba, mostrándole un video en el que se recorría una casa volando; él no quedaba conforme.

6.
Mi hermana Magdalena corre en una maratón. Don Clemente arregla la carrera para que ella llegue en el lugar trece. Cada corredor que llegue tiene que entrar en una puerta diferente para recibir su premio; él está esperando a mi hermana en la puerta 13 para secuestrarla, acompañado de un travesti japonés con máscara blanca. Cuando ella llega y va a entrar a la puerta, yo me la llevo de la mano. Se alcanza a asomar la máscara blanca. Caminamos por un pasillo verde, y atrás viene siguiéndonos, muy lentamente, el travesti japonés.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Les Nuages de la Verité (sueño)

Estoy en la casa de mi abuela, mirando unas cartas Magic que tiene en la mesa. Está la tele prendida. Están dando una teleserie brasileña en la que un padre le pide a su hijo: "hijo mío, quiero pedirte algo muy importante. Tú siempre te vas al colegio por el mismo camino, todos los días, y quiero que me cuentes lo que ves en ese camino: todos los detalles en que te fijas". Ellos nunca aparecen, sino que la cámara está en la puerta de la casa apuntando a la calle, y empieza a viajar por el camino deteniéndose en algunos lugares. Es un callejoncito como los de valparaíso, paredes rojas claras.
Las cartas de mi abuela son extrañas, algunas muy raras y brillantes y otras falsas, hechas a mano. La tele se cambia. Aparece Harry Potter como un niño soldado inglés en la segunda guerra mundial. Está a cargo de cuidar a un grupo de alemanes prisioneros en un lugar indeterminado. Tiene experiencias místicas, se le aparecen luces azules desde lo alto. En estas experiencias él finalmente queda exhausto, tirado en la tabla en que duerme, y al pararse quedan en el lugar donde estaba su cabeza muchas personitas blancas como de yeso, muy miniatura, que se mueven y hablan ininteligiblemente. Estas personitas son sus recuerdos: cada experiencia con la luz azul hace que olvide más cosas. Aparece Hannah Arendt en el campo de prisioneros. Es joven y bonita, pero en su cara tiene algo maligno. Reta a Harry Potter por no hacer bien el trabajo. luego se va. Harry tiene colgada al cuello una cadenita con una estrella de cinco puntas, amarilla; se la muestra a los soldados judíos y les dice que es mejor que la de seis. Ellos se enojan y quieren pegarle. Él tiene miedo, está acorralado.

Mi abuela dice que tiene las cartas Magic porque con un socio quieren dedicarse a venderlas. Yo le digo que algunas cartas son buenas, pero otras muy malas, y que no podrá ganar mucha plata. Ella se preocupa de que la hayan estafado. En la revista del cable veo que el nombre de la película de Harry Potter es "Les Nuages de la Verité". En la tele entrevistan a la actriz que hacía de Hannah Arendt y le preguntan por qué ponía tan cara de mala.

Me despierto y pienso en qué significa "nuage". Me acuerdo que es "nube". Me pongo de nick "Las nubes de la verdad" y cerca de 5 días después Utz me dice que en la introducción a la fenomenología del espíritu, Hegel escribió: "...porque siendo el conocimiento una capacidad de clase y alcance determinados, sin la determinación precisa de su naturaleza y sus límites captaríamos las nubes del error, en vez del cielo de la verdad."

¿Y qué le voy a decir?

domingo, 6 de diciembre de 2009

Hitler, dibujante

Es sabido que Hitler en su juventud tenía el modesto plan de convertirse en pintor. Postuló dos veces a la Academia de Bellas Artes de Viena, con muy malos resultados, y es muy probable que el ambiente cosmopolita de esta ciudad, vista con los ojos frustrados y furiosos de un jovencito, haya hecho nacer en él el odio por la diversidad cultural, la "mezcla" de razas. El resto de la historia ya se sabe, más o menos; pero se conservan varios dibujos hechos por Hitler en sus años de führer que demuestran su perseverancia oculta en la práctica artística.
Estos dibujos están recopilados en el "museo histórico de Hitler", que no sé si tiene existencia física, pero al menos sí virtual: http://www.hitler.org/ . En la sección "arte" pueden verse varios dibujos, que temáticamente comprenden 3 grandes grupos: los planos de construcciones y urbanismo, los dibujos artísticos amateur (flores, paisajes, mujeres, perros) y una misteriosa categoría de "caricaturas y garabatos".
La primera se explica por un asunto laboral; la segunda, por su deseo de seguir ejercitándose en la técnica; pero la tercera está compuesta por una serie de varios dibujos poco trabajados de personas mirando hacia la izquierda (sólo una mirando al frente) y dos dibujos que se salen de ese rango y que tendré que poner aquí para hablar de ellos. Al primero lo llamaremos "el hombre de la pluma"



Desde el principio notamos que la actitud, el rostro y el bigote son muy hitlerianos, y nos hace pensar que se trata de un autoretrato. Pero hay detalles sorprendentes: el hombre lleva un gorro de cocinero, y al parecer el traje también lo es. A sus lados hay libros, torres de libros, como dos columnas (¿las del templo de jerusalén, que aparecen en el arcano de "la sacerdotisa"?); de la columna izquierda cuelga un anzuelo (lo que nos hace pensar que el cocinero es un faenador de pescado) con la forma del signo de "parágrafo". Las cuencas de sus ojos están vacías, o tal vez lleva lentes. El hombre se abalanza hacia el espectador para escribir sobre él. Su pluma es un arma. Aunque pueda parecer un bibliotecario o un erudito, por la cercanía con los libros, hay que notar que él se pone en un lichtung (claro) entre las dos columnas; abre las aguas del conocimiento acumulado, como Moisés, para permitir el paso de una verdad nueva, que se escribirá sobre el cuerpo de quienes se atrevan a leerla. ¿por qué un cocinero, y con atuendo negro? la fecha, a la derecha del dibujo, señala el año 1929. No es un momento cualquiera, por supuesto. Durante ese año, los discursos del partido nazi se vieron favorecidos por la gran depresión, llegando a aumentar su adherencia casi 9 veces (2,6% en mayo de 1928, 18,3% en Septiembre de 1930). Es un momento de optimismo, en el que Hitler ya ve venir un futuro próspero para sus intereses. La figura del cocinero entremedio de los libros puede ser, tal vez, una imagen de que se estaba fraguando algo que daría alimento, material y espiritual, a todo el pueblo alemán; o a todo el que aceptara ser escrito por la pluma. El signo de parágrafo escapa a mis posibilidades hermenéuticas, además de la sugerencia ya hecha con el anzuelo. Vamos con la segunda figura que quiero destacar.




Las figuras de perfil, pienso, deben tener su origen en las reuniones políticas a las que Hitler asistía. Antes de llegar a ser el Führer de führers, tuvieron que haber varias reuniones en las que él no tenía todo el tiempo la palabra, y durante las intervenciones que le aburrían se dedicaba a dibujar a algún asistente. Pero ésta tiene un dibujo parásito, impresionante por su deformidad, que es única dentro de los dibujos hitlerianos, tan dados al respeto por la forma. Mostrando los dientes como un mono, con un gorro semejante a los jockeys y con unos orificios nasales desprovistos de nariz, resulta ser una figura aterradora. ¿cómo se justifica su presencia al lado de este hombre barbudo, al parecer tan honorable? Una respuesta posible: es su alma. Una de las principales características del antisemitismo en comparación con otros "racismos", es que está presente en él una paranoia irreductible. Ésta los lleva a pensar no sólo que la otra raza es inferior o despreciable, sino que hay que temerle, porque puede estar en cualquier parte, esconderse detrás de apariencias inofensivas, "ocultar la fe", como el caso de los marranos en españa. El judío, para el nazi, es principalmente el que se oculta en cuanto judío, y por tanto hay que develarlo, sacarlo a la luz, mediante el estudio de la genealogía familiar, rasgos faciales e incluso ciertas conductas. Para el nazi, hay un pensamiento judío (o judaizante) que se extiende como una enfermedad, que "judaiza" a quien toque. De esta forma se siguen de la paranoia el terror y el totalitarismo, la constante búsqueda de los traidores y un miedo que no tiene tanto que ver con algo externo sino más bien con uno mismo, un miedo de cada nazi a judaizarse, sin saber a ciencia cierta qué es este judaizarse.
El dibujo parásito, el mono feo, podría representar la naturaleza interior de este aparentemente respetable caballero. su relación no es diáfanamente la de disfraz-rostro; hay una posición oblicua, enferma e inquieta entre ellos. El mono feo, además, mira al frente, es decir al dibujante, pues Hitler es quien "ve" esta naturaleza oculta en el comensal; pero también mira al observador, de forma que Hitler quiere revelarnos una verdad, permitir que el monstruo se muestre. Este mono feo nos aterroriza, pero mucho más aterroriza al mismo Hitler, quien no se atreve a burlarse de él. El antisemitismo para Hitler es algo serio: al tratar de graficar lo que teme, debe retroceder, detenerse, abandonar el proyecto, de forma que queda una línea volando, sin rumbo, a la derecha. No puede hacer como los caricaturistas, innumerables, que pintaban a los judíos cómicamente. Para él son el mal, el demonio, lo inefablemente enemigo.

Por último, quiero trasladarme a otra salita de este museo para hablar de algo muy famoso: el auto escarabajo volkswagen.

http://www.hitler.org/artifacts/volkswagen/



Hitler le entregó este diseño al jefe de Daimler-Benz, Jakob Werlin, y remarcó su importancia. "Llévalo contigo y habla con gente que entienda más sobre esto que yo. Pero no lo olvides. Quiero escuchar pronto de ti, sobre los detalles técnicos"

En la Ilíada se menciona que los dioses gobiernan el mundo no con palabras, sino con gestos. ¿Podría alguien gobernarlo con dibujos? ¿qué hubiera pasado si Hitler hubiera dado todas sus órdenes en dibujos, realizando así su vocación juvenil? Por un dibujo en un restaurant nació el prototipo de carrocería del auto más popular del mundo; ¿y los otros dibujos? ¿podrían haber tenido un poder similar?

sábado, 5 de diciembre de 2009

Simone Weil, Cuadernos de Nueva York

Dios establece con sus amigos un lenguaje convencional. Cada acontecimiento de la vida es una palabra de ese lenguaje. Todas esas palabras son sinónimas, pero, como sucede en las lenguas dotas de belleza, cada una con su matiz completamente específico, cada una intraducible. El sentido común a todas esas palabras es: te amo.
Él bebe un vaso de agua. El agua es el "te amo" de Dios. Permanece dos días en el desierto sin encontrar nada para beber. La sequedad de la garganta es el "te amo" de Dios. Dios es como una mujer inoportuna pegada a su amante y diciéndole en voz baja al oído, durante horas, sin parar: "te amo - te amo - te amo - te amo".
Los que son principiantes en el aprendizaje de este lenguaje creen que sólo algunas de esas palabras quieren decir "te amo".
Los que conocen el lenguaje saben que no se encuentra en él más que un único significado.
Dios no tiene palabras para decir a su criatura: te odio.
Pero la criatura tiene palabras para decir a Dios: te odio.
En cierto sentido, la criatura es más poderosa que Dios. Puede odiar a Dios y Dios, por su parte, no puede odiarla.
Esta impotencia hace de Dios una Persona impersonal. Ama, no como yo amo, sino como la esmeralda es verde. Él es "yo amo".


(Weil, Simone, El conocimiento sobrenatural, Madrid, Trotta, 2003, p. 68)