sábado, 6 de febrero de 2010

el huevo (C. Bukowski)

tiene 17.
mamá, preguntó, cómo quiebro un
huevo?

bueno, me dijo ella, no tienes por qué
sentarte a mirar así.

mamá, le dijo, rompiste la yema.
no puedo comerme una yema rota.

bueno, me dijo ella, tú eres tan duro,
has estado en mataderos, fábricas,
en la cárcel, eres tan malditamente duro,
pero no toda la gente tiene que ser como tú,
eso no hace que todos los demás estén mal y tú
bien.

mamá, le dijo, puedes traerme unas cocacolas
cuando vuelvas del trabajo?

mira, Raleigh, le dijo ella, por qué no vas a comprar
en tu bici, estoy cansada después del
trabajo.

pero mamá, hay un cerrito.

qué cerrito, Raleigh?

hay un cerrito,
ahí está y yo tengo que pedalear
sobre él.

bueno, me dijo ella, tú te crees tan
jodidamente duro, trabajaste de obrero en la línea
del tren, lo oigo cada vez que te emborrachas:
"trabajé de obrero en la línea del tren."

bien, dije, lo hice.

quiero decir, ¿qué tiene de especial?
todos tienen que trabajar en alguna parte.

mami, dijo el niño, vas a traerme esas
cocacolitas?

en verdad me gusta el niño. pienso que es muy
amable. y una vez que aprenda a quebrar un
huevo va a poder hacer
algunas cosas inusuales. mientras tanto
yo me acuesto con su madre
y trato de mantenerme lejos
de los argumentos.

1 comentario:

Torres Belén fernanda. dijo...

me da miedo mezclarlos porque creo que uno es más maldadoso que el otro :( igual lo intentaré

saludos :) tu irás a tocar el 11 cierto?